martes, 20 de abril de 2010

Decada del ‘30

En la década de 1930 marcó el éxito de las radios Splendid, Belgrano y la nueva Radio El Mundo, creada en 1935 por Jaime Yankelevich, pionero de los medios de comunicación radiales y televisivos en Argentina. En 1937 salió al aire Radio del Estado, luego re denominada como LRA Radio Nacional.
El radioteatro se extendió como género popular masivo. En materia deportiva, se pusieron en el aire El Relato Olímpico conducido por Alfredo Aróstegui, y el largamente exitoso Gran Pensión El campeonato, conducido por Tito Martínez Delbox. Entre los relatores de la liga de fútbol transformada en profesional en 1931, se destacaban Horacio Belbo y Borocotó.
La aparición del fenómeno en la Argentina es prácticamente simultánea con Norteamérica. La noche del 26 de agosto de 1920 entre las 21 y las 23 Hs, en efecto, un grupo de aficionados integrado por Enrique Susini, Miguel Mujica, Cesar Guerrico y Luis Romero, instalaba un modestísimo equipo para transmitir la ópera "Parsifal" de Ricardo Wagner desde el Teatro Coliseo. Se trataba según algunos historiadores, de la primera transmisión radial del mundo con continuidad en el tiempo.
Un año más tarde L.O.R. Radio Argentina, primera licenciataria de la radiodifusión nacional, transmitía regularmente desde diversos teatros, e inclusive desde el propio Colon, con lo que se marcha un tono cultural. Hasta que llegó el 12 de octubre de 1922, día en que se realizó lo que podría denominarse la "primera cobertura periodística": la asunción a la presidencia de Marcelo T. de Alvear.
Sudamérica fue la iniciadora de la era de las transmisiones internacionales aunque con cierta cuota de viveza criolla.
Dos acontecimientos
En 1923 se producen otros dos acontecimientos pioneros: comienza a funcionar L.O.X. Radio Cultura, la primera emisora comercial que financia sus espacios con material publicitario, y el 14 de septiembre de ese mismo año la pelea Firpo-Dempsey da origen al primer empleo de la radio en función netamente periodística, un acontecimiento que será completado en 1924 con otro episodio igualmente inaugural: la transmisión del partido Argentina –Uruguay desde la cancha de Sportivo Barracas.
Si la ya histórica y crepitante emisión de "Parsifal" había concitado a medio centenar de escogidos oyentes, los nuevos cauces que comienza a abrir el medio incentivan a empresarios y a sectores de público cada vez más amplios. Con un autentico espíritu muy similar al que imperaba en los EE.UU. durante esos años, aparecen entre 1922 y1926 emisoras como Radio Sud América, subvencionada por los fabricantes de receptores, Radio Brusa, Radio Gran Splendid, Quilmes Broadcasting, Radio Nacional, Estación Flores, Radio Prieto, Radio Callao, Radio Olivos y Radio Municipal, la primera emisora oficial del país
Como la mayoría de los nuevos medios masivos, la radio fue manejada en sus primeras etapas por pioneros de muy variadas características: tecnólogos que solo veían los aspectos materiales del medio, aficionados, entusiastas e intuitivos hombres de negocios estimulados por las excelentes perspectivas comerciales del medio, y unos pocos visionarios que llegaban desde las filas del periodismo, la música y el teatro.
Con patrones propios
Como en el cine y la televisión, la radio osciló en sus comienzos entre la función meramente intermediaria y reproductora (la que preside, en cierta forma, la primitiva transmisión de operas) y la exploración de sus propios lenguajes y de sus códigos comunicacionales específicos (la que determina, en gran medida, el desarrollo del radioteatro hasta alcanzar formas autónomas y muy depuradas desde el punto de vista del empleo de la imaginación, los silencios, los efectos sonoros, los planos de la voz humana, las cortinas musicales, el desarrollo dramático, etc.
Piloteada por grandes intuitivos, por hombres de creatividad alerta y por no pocos mercaderes, la radiofonía argentina no tardó en elaborar sus propios patrones, que dieron amplia cabida a las expresiones más variadas de la cultura popular y de la cultura de elite, aunque esta última se mantuvo siempre a prudente distancia de un medio al que solo veía como eventual transmisor de formas y contenidos ya establecidos, y no como plástico generador de lenguajes y productos específicamente "radiotelefónicos"
Indudablemente masiva, la radio supo recortar, sin embargo, campos de audiencia bien diferenciados, probando su capacidad para satisfacer apetencias informativas, recreativas y educacionales de sectores muy diversos, como en cierta medida lo atestimonia el amplio espectro sociocultural que va desde la audiencia de Radio El Mundo hasta los fieles de Radio del Pueblo.
La radio fue, asimismo, el vehículo de difusión de los grandes eventos sociales e históricos ocurridos en la Argentina desde los tiempos de Alvear, tanto en el plano de los menudos acontecimientos de la vida cotidiana como en el de los grandes hechos de trascendencia: arribo de huéspedes ilustres, festejos de Carnaval, concentraciones populares, desfiles militares, golpes de Estado, campañas electorales, revoluciones, asunciones presidenciales, festejos patrios, etc. En ese campo, como pocos medios, probó su enorme ubicuidad y su capacidad para captar el hecho "en vivo", transmitiendo al oyente una nítida sensación de contemporaneidad y participación. Y no faltó, por cierto, como testimonio de esta comprometedora característica de la radio, la anécdota graciosa, como la palabra "cambronesca" que se le escapo a algún jugador famoso, o las iras de cierto ministro reclamando silencio a algún espectador enfervorizado por su discurso.
El radioteatro argentino
Cuando a comienzos de 1929 una audición de música campera conducida por Roberto Torres y Francisco Mastandrea parecía agotarse, este último, inspirado en las novelas por entregas tan en boga en aquella época, crea "La caricia del lobo", "una novela radial, la primera obra radiofónica que no concluiría en un solo día o en el espacio de una audición"
Hasta ese momento se habían difundido programas unitarios de teatro radial y programas como el ya mencionado de Mastandrea, denominados en la época "revistas radioteatrales", en los que se combinaban números de música y canciones folklóricas con la representación de breves escenas o "sketchs" de ambiente campero. Los que le siguen toman la temática y la estructura del folletín y el drama gauchesco.
En la programación radial de 1933 había cuatro compañías radioteatrales, dos años más tarde se produce una explosión del género que sólo se interrumpirá con el arribo de la televisión y que se manifiesta en la creación de nuevas compañías; en la diversificación temática del género, de acuerdo a exigencias de un público cada vez más amplio y heterogéneo, y en la incorporación de autores para cubrir la demande de adaptaciones y novelasoriginales.
En la búsqueda de temas y fórmulas de segura repercusión, la radio se nutre de la novela popular, fuente aprovechada ya por otros medios como el cine y la historieta. Con una variedad tal que mezcla novelas de capa y espada, de aventuras, policiales e históricas con la novela sentimental o "rosa" que terminara imponiéndose en la década siguiente. Pero el género se diversificó todavía más. Habrá un radioteatro infantil; un radioteatro familiar y costumbrista; un radioteatro dirigido a un público de clase media predominantemente femenino que gustaba de las historias de amor con final feliz y finalmente la línea gauchesca.
En la radiodifusión. Fueron el médico Enrique Telémaco Susini, junto a otros tres estudiantes: Miguel Mujica, César J. Guerrico y Luis Romero Carranza quienes el 27 de agosto, tras cumplir la hazaña de convertir a la radio en un incipiente medio de comunicación masivo, se ganaron el histórico apodo de "Los locos de la azotea". A través de la transmisión en vivo desde el Teatro Coliseo de la ópera Parsifal de Richard Wagner, nacían Radio Argentina –la primera emisora del país– y un público conformado por apenas unos cincuenta radioaficionados. Ya en esa primera década de su historia, la radio ofrecía de manera incipiente los géneros y formatos que la habrían de caracterizar posteriormente. En 1921, la transmisión de música clásica se convertía en un hecho de frecuencia casi diaria. Al año siguiente, la noticia cotidiana ganaba espacio con la transmisión en vivo de la asunción de Marcelo T. de Alvear como presidente de la República. En septiembre de 1923 entraba el boxeo, con la célebre "pelea del siglo" entre Luis Ángel Firpo (a)El Torito de las Pampas y Jack Dempsey desde el Polo Grounds de Nueva York y en octubre del año siguiente lo hacía el fútbol, con un partido disputado por uruguayos y argentinos. Alrededor de esa fecha también – algunos estudiosos señalan que un poco antes– se ponían al aire los primeros reclames (el galicismo denominaba así a los avisos publicitarios). Hacia el final de la década nacía el radioteatro, cultor inicial de la vertiente criollista y nativista de delgado hilo argumental, centrado en canciones y payadas. El origen se atribuye hoy a Francisco Mastandrea con La caricia del lobo, éxito que continuará Andrés González Pulido con su conjunto Chispazos de tradición y que luego concretará expresiones más rigurosas con dramas históricos y escenas nativas de Arsenio Mármol y Héctor P. Blomberg.A la pionera Radio Argentina, se sumarían en breve: Radio Cultura, Radio Sud América, LOU Radio Brusa (hoy Excelsior), Radio Libertad (hoy Mitre), Radio Casa América, Radio Grand Splendid (hoy Splendid) y Radio Nacional (luego Belgrano). En 1924 surgía en Rosario "la primera emisora cerealista del país", mientras se producía una de las innovaciones tecnológicas más radicales: la introducción de los parlantes, modificando sustancialmente las condiciones de escucha. El aparato receptor se ganaba así un lugar importante en el hogar, reuniendo a su alrededor a la familia entera. En tres años, el número de aparatos había crecido de manera sorprendente y surgían ya los primeros conflictos que llevaron a reglamentar la frecuencia de emisión entre 1925 y 1929.Los años 30 acentuarán esta tendencia a la expansión. Al éxito de Splendid y Belgrano se suma Radio El Mundo en 1935 con un edificio monumental de siete estudios y dos auditorios, mientras el empresario Jaime Yankelevich crea desde Belgrano las primeras transmisiones en cadena. Las revistas especializadas: La canción moderna y Radiolandia dan cuenta de este auge.A la vez el radioteatro amplía su temática extrayendo asuntos de la producción folletinesca, donde abundaban huérfanos, madres solteras, grandes villanos y amores imposibles pero eternos. Por su parte, hacia fines de la década, el deporte había consolidado su audiencia y Alfredo Aróstegui ponía al aire El Relato Olímpico, en tanto que Tito Martínez Delbox creaba Gran Pensión El campeonato que mantendría su vigencia por más de diez años. Las voces de Horacio Belbo y Ricardo Lorenzo "Borocotó" con sus relatos de fútbol y boxeo atrapaban a la audiencia de entonces.El público se segmentaba de acuerdo con la edad, el sexo y la extracción social. Crecía por entonces el género infantil, mientras se posicionan las historias policiales y la comedia breve para el gusto adulto. En 1937 inició sus transmisiones Radio del Estado desde el entrepiso del Palacio de Correos y Telégrafos y sin emitir publicidad comercial. Ante la demanda de un aporte mayor a la cultura, llevó adelante un proyecto innovador para la época: la "Escuela de aire", que permitía la escucha de programas elaborados por el Ministerio de Educación en todos los establecimientos públicos del país.
La radio difusión surge en la década del '20 y se expande en la del '30, es decir, cuando se está consolidando a nivel mundial el Estado de Bienestar. Los dos grandes modelos que van a tener relación directa con la radiodifusión son el Estado de Bienestar, con sus múltiples variantes, incluida la más extendida en América Latina que fue el Populismo; y el Neoliberalismo, también con sus distintas variantes. Lo que van a tener que tratar de ver ustedes es si hay una correspondencia entre un modelo de Estado y un modelo de medios, que nunca es absoluta ni mundial, pero sí se puede pensar si hay relaciones estructurales entre un sistema de medios y el Estado que le da marco.

Integrantes: Vicentela, Maria Clara ; Gandolfo, Ignacio

Los años 30 acentuarán esta tendencia a la expansión gracias a los beneficios que obtenían del medio. Al éxito de Splendid y Belgrano se suma Radio El Mundo en 1935 con un edificio monumental de siete estudios y dos auditorios, mientras el empresario Jaime Yankelevich crea desde Belgrano las primeras transmisiones en cadena. Las revistas especializadas: La canción moderna y Radiolandia dan cuenta de este auge. A la vez el radioteatro amplía su temática extrayendo asuntos de la producción folletinesca, donde abundaban huérfanos, madres solteras, grandes villanos y amores imposibles pero eternos. Por su parte, hacia fines de la década, el deporte había consolidado su audiencia y Alfredo Aróstegui ponía al aire El Relato Olímpico, en tanto que Tito Martínez Delbox creaba Gran Pensión El campeonato que mantendría su vigencia por más de diez años. Las voces de Horacio Belbo y Ricardo Lorenzo "Borocotó" con sus relatos de fútbol y boxeo atrapaban a la audiencia de entonces. El público se segmentaba de acuerdo con la edad, el sexo y la extracción social. Crecía por entonces el género infantil, mientras se posicionan las historias policiales y la comedia breve para el gusto adulto. En 1937 inició sus transmisiones Radio del Estado desde el entrepiso del Palacio de Correos y Telégrafos y sin emitir publicidad comercial. Ante la demanda de un aporte mayor a la cultura, llevó adelante un proyecto innovador para la época: la "Escuela de aire", que permitía la escucha de programas elaborados por el Ministerio de Educación en todos los establecimientos públicos del país.

Grinblat Santiago.

1 comentario:

  1. Hola, tengo que hacer una trabajo para la escuela sobre Pepe Arias y su participación en la radio. Alguien sabe alguna pagina en internet con este material?

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