jueves, 22 de abril de 2010

La década del ´60

Contexto histórico y cultural:
Durante la dictadura militar autodenominada Revolución Argentina (1966-1972) y la generalización de la censura, se hizo habitual en el público argentino informarse a través de Radio Colonia, ubicada en el Uruguay, volviéndose famoso su locutor Ariel Delgado y su eslogan acostumbrado: "hay más informaciones para este boletín".
La década de 1960 fue un período clave para la radio como institución social mediática. Tanto su función social como sus atributos fueron objeto de referencia de sus comunicaciones publicitarias, las cuales nos permiten configurar el verosímil sobre lo radiofónico vigente en el momento de nacimiento de un nuevo medio: la televisión.
Esta modificación en el plano de la realidad institucional produjo efectos en el nivel de la identidad de la radio como medio masivo de comunicación, visibles en la prensa de la época y, muy especialmente, en la profusión de avisos publicitarios institucionales de las emisoras que allí aparecían. Se producía, entonces, una transformación de la radio como medio, que incluye no solamente a la tecnología y los contenidos que a través de ella circulan, sino también las prácticas sociales vinculadas al uso que una sociedad da a ese conjunto de dispositivos técnicos y tipos de textos.
Delineado aquél particular escenario de la historia de la radio, este trabajo se propone identificar en los metadiscursos publicitarios de emisoras de los 60 los rasgos propios de la radio como institución social de comunicación vigentes en el período de surgimiento de la televisión, pues consideramos que muchos de ellos configuran el actual verosímil sobre lo radiofónico. Podría decirse que se trató de un lapso de redefinición institucional de la radio en el que se tematizaron las coordenadas básicas del funcionamiento mediático: el tiempo y el espacio.

Contexto social:
La década de 1960 fue una etapa clave para la radio como institución social mediática. Tanto su función social como sus atributos fueron objeto de referencia de los avisos publicitarios de las emisoras, los cuales nos permiten observar cómo se redefinió la identidad institucional de la radio en el momento del surgimiento de la televisión como medio de comunicación. Partimos del supuesto de que los medios funcionan socialmente en sistema, definiéndose recíprocamente de manera relacional y diferencial. Razón por la cual es esperable que las significaciones sociales sobre la radio, varíen cuando un nuevo componente se integra al sistema.
Esta modificación en el plano de la realidad institucional produjo efectos en el nivel de la identidad de la radio como medio masivo de comunicación, visibles en la prensa de la época y, muy especialmente, en la profusión de avisos publicitarios institucionales de las emisoras, que allí aparecían.
Se producía, entonces, una transformación de la radio como medio, que incluye no solamente a la tecnología y los contenidos que a través de ella circulan, sino también las prácticas que una sociedad da a ese conjunto de dispositivos técnicos y tipos de textos.

En la década de 1960. Por primera vez, se construye el concepto de masividad: la radio llega a millones de oyentes. El carácter masivo del mensaje radiofónico pasa a constituir un valor al menos en dos sentidos: para el anunciante que busca a esos millones de oyentes en tanto consumidores; y para la propia institución radiofónica que se construye como “la más escuchada”.
La radio masiva se apoya en uno de los temas más recurrentes en la publicidad de la época: el mayor alcance conseguido gracias a nuevos equipos técnicos. En este sentido, es posible sostener esa vuelta al espíritu de los primeros años de la radio, pues se configura, como en aquel tiempo, un polo del dispositivo, a través de avisos ilustrados con ondas hertzianas, antenas y mapas de la Argentina, y menciones a los watts y kilovatios de potencia.
La transmisión de un punto a múltiples puntos parece explotar en este período. La potencia de las emisoras permite que sus ondas lleguen cada vez más lejos; pero el interés no está puesto en la distancia misma —como en la primera época de la radio—, sino en los oyentes sumados gracias a ese incremento.
En este período se desarrolla de manera sostenida la construcción de la radio como compañera. En la década de 1960 la relación de “compañerismo” se basa en la ubicuidad de la radio. Radio El Mundo anuncia: “En el hogar, en los paseos, en todas partes…siempre presente Radio El Mundo” y Radio Belgrano bajo una imagen de un grupo de gente en la cancha: “En cualquier parte, dentro y fuera del hogar, siempre Radio Belgrano con el mejor y más completo programa”.
El transistor permitió la construcción de receptores de radio portátiles, lo que trajo como consecuencia la posibilidad de que la radio acompañe a sus oyentes en la casa, el trabajo, las vacaciones, etc.

Principales características de la radio:
Lo novedoso en la década de 1960 es la asociación de la toma directa a un tipo de contenidos en particular: lo informativo —más allá de que las noticias sean políticas o de deporte-. Los avisos de este período parecen recoger el imperativo social sobre la importancia de “estar informado”; y esto implica estar al tanto de lo que sucede en el mundo con la menor demora posible.
En 1960 el mundo contaba con más de 12.000 emisoras y la radio continuaba siendo el medio de comunicación de masas más importante.

Personalidades sobresalientes de la época:

Héctor Larrea era una personalidad que impuso con “Rapidísimo”, el estándar de programa radial matutino durante dos décadas.
En la década de 1960, con la difusión masiva de la televisión, la radio se redefinió en sus funciones, horarios y públicos, orientándose más a la información y menos a los espectáculos dramáticos. La radio se establece sólidamente en el horario de la mañana.
Programas destacados:
Aparecen programas y shows radiales, como el Fontana Show, dirigido por Cacho Fontana, y sobre todo Rapidísimo, en 1967, conducido por Héctor Larrea, que marcaría el estándar del programa matutino para las dos siguientes décadas.
Entre los programas musicales se destacó La Cabalgata Musical Gillette, la primera en emitir un tema de Los Beatles, a los que la radio denominaba entonces como el grupo "Los escarabajos". En la música folclórica se puso al aire Argentinísima, dirigida por Julio Márbiz, que se mantendría varios años en el aire. En el deporte, apareció Carburando, conducido por Andrés Rouco y Lisandro González Longhi, y como relator de fútbol José María Muñoz.

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