jueves, 22 de abril de 2010

La década del ’40

A comienzos de 1940 la radio era quien establecía la identidad de la época.
Expresaba imaginación, sueños y tenía personajes capaces de realizas desde el drama hasta el humor. En ésta década los principales escenarios de la radio estaban organizados: las recaudaciones publicitarias para el campo económico; la creación de puestos de trabajo en la novel industria del entretenimiento para el campo tecnológico; y por último el hecho de que éste medio se hubiera insertado en la vida de la gente por la variedad de su contenido y la estética de su sonido.
En 1940 por Radio El Mundo se iniciaron dos ciclos que hicieron historia: Los Pérez García y el Glostona tango Club. El primero reflejaba la constitución típica del grupo familiar de la clase media ( el matrimonio, una hija mujer y un hijo varón) con sus dificultades y logros. }El segundo funcionaba a modo de un salón de bailable, emitiendo una de las pasiones de los argentinos de aquella época, el tango.
A continuación se detallan algunos de los programas más memorados de la época:
Los Pérez García: El matrimonio que estaba integrado por don Pedro (Martín Zambalúa) y Doña Clara (Sara Prósperi). Los hijos eran Raúl (Jorge Norton) y Luida (iniciando por Perla Black, siguiéndole Celia Juárez y luego Pepita Férez). Como se mencionó antes, reflejaba a la composición típica de la familia de clase media. También estaba la actriz Nina Nino, quien hacía el papel de mucamita, interpretando a la vez la posibilidad de la ascensión social que marcaba la época peronista. La familia enmarcaba “una Argentinas en la que predominaba una cultura conformista y reformista antes que contestataria” según el historiados Alberto Romero.
Glostona Tango Club: En los 18 años que duró este programa fue animado por no más de media docena de grandes orquestas, como las de Juan D’ Arienzo, Alfredo de Angelis, Miguel Calo y Juan Sánchez Gorio. Glostona era una marca de gomina (fijador de cabello) la cual pretendía marcar tendencia ente los más jóvenes con su eslogan “el fijador de la juventud triunfadora”. Hay que tener en cuenta la popularidad del tango en ésta época, teniendo varios estilos.
Gran pensión El Campeonato: Se emitía los domingos antes del fútbol, a la hora de la comida, siendo un programa de humor sobre vecinos de una pensión (los cuales podrían ser habitantes de los tantos conventillos que habían en Buenos Aires) los cuales representaban cada uno a un club, según las posiciones en la tabla tomaban el papel de burlado o burlador. También se hallaba el personaje de Miss Campeonato, siempre tan seductora como esquiva.
Hoy canto para ti: Fue un ciclo de serenatas telefónicas conducidas por Gregorio Barrios, en la época de la guerra “donde era preferible soñar” (dicho predilecto e la época), se emitía en Radio El Mundo. “Su elegida recibirá como obsequio y rcuerdo la canción que usted le dedique, en un disco especialmente grabado y firmado” explicaba el aviso.
El hermano José: Trataba de un curandero algo chanta que jugaba con la ingenuidad de las personas a quienes despectivamente denominaba filipones (término que se puso de moda en la época) prometiendo adivinar el futuro y examinar ondas a cambio de módicas sumas de dinero. Tuvo su adaptación al cine en 1941.
Hubo también distintos programas de radioteatro que tuvieron gran influencia en la sociedad, como Rapsodia (1940), El caballero de las rosas (1941), El Halcón Blanco (1942) y La virgen de piedra, todas obras escritas por Zeneida “Yaya” Suárez. En la década del ’40 las sagas de unitarios y federales o las historias de inmigrantes atormentados hicieron que se reemplacen las líneas argumentales de los dramatones de los años ’30. Se destacaban los relatos de sumergidos (inmigrantes que venían del campo y se instalaban en los suburbios) o los de dramas familiares de familias urbanas, con madres abnegadas y sufrientes. Se constituyó un género novedoso, el neogauchesco, que representaba los cambios sociales y la migración interna.
Silvia Guerrico y Eifel Celesia asumía la línea más cercana al romanticismo tradicional con una historia que adaptaba amorío entre piratas. Abel Santa Cruz utilizaba fórmulas más clásicas, como la de la Cenicienta y la del personaje con doble personalidad (como el Zorro). Sin embargo ninguno llegaría tan lejos en materia de pintoresquismo como el uruguayo Raúl Martines con la novela La Pavota la cual incluso tuvo una continuación por su gran éxito.
Iván Casadó fue quien inserto en Argentina la fórmula de los programas estadounidenses questions and answers shows, con emisiones como Usted sería un buen testigo, La ronda de Muñoz, ¿Sabe o no sabe? y demás emisiones del estilo, ganando así una gran fama. Luis Sandrini llegó alcanzando su primer éxito radial con el papel de Felipe (quien estaba inspirado en otro personaje, Cachusco, quien también fue interpretado por éste en la película El canillita y la dama) que llegó a tener 23 temporadas y 32 dobles haciendo de Felipe en diferentes lugares.
Estos radioteatros tenías complejas puestas en escena por la diversidad de efectos especiales. Una figura reconocida en éste ámbito es Armando Discepolo, quien se encargaba de poner el aire al aire Radio Cine Lux el cual consistía en la adaptación de una película, obra de teatro o de joyas de la literatura, haciendo que las grandes masas se pongan en contactos con diferentes autores de prestigio. Éste también ha dado consejos a diversos autores que después tendrían suma importancia, como el ya mencionado Abel Sanata –cruz. Otro especialista era José Tresenza, parte del elenco de la Radio El Mundo logrando un éxito cuando interpretó a Peter Fox. Cuando el interés de la gente prendía, las compañías salían por los barrios o por los pueblos de provincia. Solían actuar en salones de baile, en cines improvisados como teatros o sobre escenarios precarios. Para la gente representaba la posibilidad de ver de cerca de quienes solo conocían por la voz, era el momento de confirmar ilusiones o pulverizar certezas según donde la imaginación los hubiera llevado, haciendo que se interioricen con el personaje. Algunos actores han recibido cartas con declaraciones de amor incluso.
En las cuestiones musicales eran preferidos los números en vivo, pero en algunos casos, como los domingos a la mañana (ya que habían terminado muy tarde el sábado), era frecuente que faltaran los artistas, obligando a la radio a poner un disco en reemplazo. Esto ayudó a la diversidad de la música, ya que la gente podía escuchar discos de música extranjera los cuales usualmente no compraban, sirviendo como medio de difusión de otras culturas.
El 4 de junio de 1943, con el golpe militar, se inicia una etapa de cambios, inestabilidad y violencia. Los locutores de la poderosa Radio El Mundo desafiaron a sus empcables patrones ingleses y encabezaron lo que se constituyó en el primer movimiento de fuerza, reclamando por los “bajos salarios y condiciones laborales impuestas arbitrariamente por los dueños de las emisoras”. El 3 de julio a las 00:30 horas nace en las dependencias de la Antena de la Sociedad Argentina de Locutores. La primera comisión directiva quedó integrada por el presidente Juan Carlos Thorry, el vicepresidente Adolfo Canelo, el secretario general Roberto Galan y el tesorero Jorge Homar del Río. Fueron halagados por el coronel Perón ya que eran “el primer gremio organizado que llegaba a su nuevo despacho” cuando se hizo cargo de Trabajo y Previsión. En ésta época también hubo censura, como la de Niní Marshall, prohibida por el secretario de Cultura de gobierno de facto porque “deformaban el lenguaje, tergiversaban el correcto idioma e influían en el pueblo, que no tiene la capacidad de discernir” en personajes como Catita y Cándida. Finalmente Niní decidió que Catita moriría de un ataque de catalepsia y revive con una personalidad distinta, en la cual hablaría correctamente hasta llegar al punto de la ironía con el anterior personaje (con un español antiguo y en verso). Luego se vería obligada a exiliarse a Uruguay, donde todavía podían seguirlas los oyentes por su nueva radio Carve, de Montevideo; pero después tendría que trasladarse a México.
Los militares golpistas no solo atacaron a la Constitución Nacional o a artistas famosos como Niní; también pretendieron obligar a los locutores y actores a pronunciar con la “ll” en lugar de con la clásica “ye” rioplatense, tratando de erigirse no solo como “salvadores de la patria” sino también como “salvadores del idioma”. También cayeron sobre diversas letras en lunfardo de algunos tangos, intentando reemplazar por ejemplo “Percanta que me amuraste” por “Señorita que me abandonaste” y “Yira, yira” por “Da vuelta, da vuelta” chocando así con la sabiduría popular y haciendo que siguiera la carcajada colectiva, como ejemplo de ello se transformó la calle “Larrea” por “Mujer que dio el mal paso”. La gente se la ingenió para seguir escuchando lo que se prohibió, sintonizando radios uruguayas por ejemplo (donde transmitía Niní y tangos en sus versiones originales, además de información que en las radios nacionales se censuraban).
El 15 de enero de 1944 se produce el terremoto en San Juan que destruye al 90% de los edificios, causa de la muerte de 7 mil personas y por la cual quedaron 12 millones de heridos para el entonces. El corones Perón organiza una movilización nacional a la que son invitados los artistas más populares. Fue justamente en uno de estos festivales cuando se conocen Eva Duarte y el coronel perón según la historiadora Marysa Navarro; estas dos figuras son de gran importancia en la historia de la década.
Evita (Eva Duarte) tenía tres programas en Radio Belgrano: Hacía un futuro mejor, Tempestad y Reina de reyes (donde personificaba a las heroínas que aparecían en las historias) y en 1944 fue elegida presidenta de la Agrupación Radial Argentina, entidad de propósitos solidarios y gremiales. Todos los que colaboraron con el ciclo Hacia u fututo mejor, ascendían vertiginosamente cuando Perón y Evita alcanzaron el poder.
En 1946, al iniciarse la campaña proselitista, los dueños de las radios se pusieron de acuerdo para vender los espacios, determinación que fastidió a los partidos que ambicionaban participar sin cargo, aunque tuvieron que aceptarla por la gran cobertura y llegada al público que tenía éste medio el cual era valioso para las campañas. La prensa escrita era casi toda opositora al nacionalismo; no se les hacía difícil incluir su mensaje en diarios como La Prensa, La Nación, La Razón, Crítica, El Mundo o Clarín. Calificaban a Perón como “el coronel nazi”, mientras que los adeptos a éste calificaban a la oposición como “nefastos individuos… perros que se disputan un mendrugo del poder”. Para avivar aún más las discusiones llegó al país en nuevo embajador de Estados Unidos, Spuille Braden, quien se inmiscuyó en la política interna y se convirtió en el líder virtual de la oposición de Perón. En las radios los controles se hicieron más severos y hasta los saludos debían presentarse por éste clima prolifero la utilización de la cadena oficial para la difusión de información, tanto la importante como la intranscendente. Los militares alentaban los “programas de bromas sanas”.
Los militares por diversos motivos restaron su apoyo al coronel Perón, al cual detuvieron en la isla Martín García; pero la presión y la movilización popular los obligaron a liberarlo. Después de éste hecho dio un discurso desde el balcón de la casa de gobierno el 17 de octubre de 1945 (llamado el día de la lealtad peronista) el cual fue transmitido por varias radios. Al año siguiente se presentó la fórmula Perón-Quijano la cual salió triunfadora en las elecciones.
En éste mismo años se inició es su carrera radial Tato Bores como secretario de Pepe Arias en el programa Justo Justino Reyes, doctor de trampas y leyes. No tenía muchas experiencias lindas que mencionar (tuvo una infancia pobre y fue expulsado del colegio secundario), pero desde adolescente demostró una invariable inclinación por el mundo del espectáculo. Integro en Radio Splendid el elenco de La Escuelita Humorista, el cual sostuvo su éxito hasta que el ministro de educación Oscar Ivanisevich decretó su final “porque allí no se hablaba como la gente”.
Al año siguiente en el Boletín Oficial del 28 de mayo se publicó el llamado Manual de Instrucciones, donde se recrudecían nuevamente las normas en cuanto a la radiofonía y su censura. Prueba de ello es la obligación de abrir y cerrar las transmisiones de propalar una marcha militar. Se recomendaba allí evitar las críticas y se promovía la difusión de un boletín en cadena a la 20:30 horas. Con respecto a los programas de ficción se prohibió los temas donde se traten de hechos históricos. También se limitó la actuación de músicos extranjeros, con la obligación de que el 75 % del elenco sea argentino, y en cuanto a los discos se restringía a un 30 % la música grabada, limitando así el negocio de las compañías grabadoras.
En septiembre se haría una huelga a causa de litigio de intereses causados por la cuestión de la jubilación de los músicos y sobre quién debía hacerse cargo de ella. Los radiodifusores alegaban que esto les correspondería a los directores de orquesta, al contrario de estos que solo lo aceptaban en las presentaciones independientes de la radio. Se harían piquetes de trabajadores que se hicieron muro en las entradas de las principales emisoras; se decía que eran comunistas y enemigos del gobierno peronista. Durante los 5 días que duró la huelga las radios apelaron a las grabaciones frente al silencio que causaba la falta del elenco. Incluso las radios privadas se conectaron con Radio Nacional. Por su fama la huelga tuvo la adhesión popular y apoyo de los gastronomitos y de los gremios del cine. Se origino una pronunciada disminución del Estado de quedarse con las radios.
Había también artistas uruguayos, como Juan Carlos Mareco, “Pinocho” (apodo así por su padre artístico Nuñez Garcia, apodado “Wimpy”) el cual hacia grandiosas imitaciones de voces. Debuta en Radio Mitre en 1946. En este año también se produce la llegada de la televisión a la Argentina.
En 1947 el gobierno suspende “por tiempo indeterminado” a Radio Belgrano, ya que en el discurso presidencial del 5 de junio de 1947 la transmisión fue interrumpida dos veces por desconocidos, habiendo una voz masculina que dijo: “no le crean, son todas mentiras”. El 2 de julio siguiente se levanta la prohibición. Perón había comprendido el poder de los medios y comenzó una serie de operaciones para hacer de todas las emisoras radiales de país portavoz de su régimen. Entre 1947 y 1955 se hizo cargo de todas ellas (a excepción de una, LV8 Radio San Juan), utilizando constantemente la cadena oficial y organizando un efecto aparato de propaganda. El estado va adquiriendo dimensión con la compra de líneas de ferrocarriles y de las emisoras. A fines de 1946 se reabre el flujo de inmigrantes, haciendo que los números suban considerablemente (crece el sector industrial y el de la construcción, los beneficios sociales y diversas formas de proteccionismo, etc.) llegando incluso a regalar para los que vivían en condiciones más precarias sidra, pan dulce y un aparato de radio. Perón hacia un gran uso de la cadena nacional, lo que irritaba bastante a la oposición por la obligación de la transmisión que esto representaba y por su reiterado uso.
En 1947 se lanza al aire el programa “¡Que pareja!” en el que se mostraban las pericias de un joven matrimonio de la época la cual reflejaba, como Los Pérez García ya mencionados antes la conformidad de la sociedad. Un año después se dio un auge en la música folclórica a causa del regreso de Antonio Tormo que cantaba tres temas en un ciclo auspiciado por el frigorífico Swift. También se dio por un retorno del género al gusto popular y por una media oficial proteccionista, la cual exigía que el 50 % de contenido fuera música nacional, llegándose a impulsar la enseñanza de estos bailes en las escuelas primarias.
Los locutores que marcaron esta época fueron Atonio Carroza, quien ingresó en la propaladora de su pueblo General Villegas y luego se traslado a probar suerte en la Capital y Castignani le dio la oportunidad inicial como locutor frasero (a la mañana por Radio del Pueblo y a la tarde por Radio Belgrano); y Norberto Palese (“Cacho Fontana”) que en 1948 logro reemplazar a través de un amigo presentador de orquestas de salón La Argentina. En la radio se producía este clima: los programas eran verdaderos shows en los que jamás faltaba la orquesta típica, la orquesta típica, la orquesta de jazz, el solista de moda, la variedad, el recitador y el animador. También estaba el locutor Alejandro Romay, quien en 1948 llego de Tucumán logrando ingresar en Radio Rivadavia para hacer bolos. Tenía una voz esplendida y una dirección perfecta. Consiguió que el dueño de la fábrica de aceites La Malagueña le auspiciara un ciclo llamado Grandes voladores de tango.
En el año ’49 surgieron dos emisoras radiales de gran fama: El agente Medina (un bondadoso policía de barrio de procedimientos impecables y ejemplificadores, personaje que existía en muchos de los barrios) y En ñato Desidero (un muchacho de barrio que oscila entre los luminosos ideales de la formación académica y el destino prefijado que le marca su baja condición social). También fue cuando José Ángel “Pepe” Iglesias redondea una trayectoria de triunfos, incluso llegando al cine con Avivanto. Era un singular compositor de voces y sonidos, componiendo con facilidad mujeres sargentonas, maridos aplastados, gallegos ignorantes, niños malcriados, detectives despistados y cantando en todos los tonos, siendo también capaz de silbar como si tuviera una orquesta en la boca. Cabe aclarar que la situación en este año fue marcada con la apoderación de China de las tropas comunistas, bajo la figura del enigmático Mao y a la vez se sancionó una nueva Constitución Nacional que perpetuaría a Perón el poder.

1 comentario:

  1. Hola, tenés idea de dónde conseguir los audios de "Los Pérez García"? No los encuentro por ningún lado...

    Saludos,

    Martín.

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